Hoy quiero contaros la historia de María, una paciente muy especial que vino desde Perú buscando una solución para su dolor de rodilla.
María sufría una artrosis avanzada en su rodilla derecha. El dolor limitaba su vida diaria, le impedía caminar con normalidad y ya le habían propuesto colocarle una prótesis. Antes de tomar esa decisión tan importante, quiso explorar otras opciones.
A través de una videoconferencia, nos mostró sus pruebas médicas. Analizamos su caso con detalle y vimos que todavía tenía una oportunidad: un tratamiento regenerativo avanzado, que combinaba el uso de plasma rico en plaquetas (PRP) y un novedoso tratamiento intraóseo, avalado científicamente.
¿En qué consiste este tratamiento?
Se trata de aprovechar el potencial regenerador que tiene la propia sangre del paciente. Extraemos una pequeña cantidad de sangre, la procesamos para obtener un concentrado rico en plaquetas (PRP), que es una fuente natural de factores de crecimiento.
Aplicamos este plasma de dos maneras:
- A nivel intraarticular (dentro de la rodilla), para mejorar la calidad del cartílago y reducir la inflamación.
- A nivel intraóseo (dentro del hueso subcondral, justo debajo del cartílago), para estimular el cartílago desde dentro, fortaleciendo esta parte del hueso que es precisamente la que sujeta y nutre al cartílago desde dentro, ayudando a frenar el desgaste articular desde su origen.
El hueso subcondral es una parte clave en el desarrollo y progresión de la artrosis, y tratarlo directamente nos permite obtener mejores resultados a medio y largo plazo.
Todo el procedimiento es ambulatorio, se realiza bajo anestesia local y el paciente puede volver a su casa el mismo día.
María, que tenía un familiar en Madrid, organizó su estancia para poder completar las tres sesiones indicadas, espaciadas en el tiempo.
El objetivo era claro: regenerar los tejidos dañados, frenar el avance de la artrosis y, sobre todo, mejorar su calidad de vida.
Hoy, después de un año, María ha vuelto a vernos para su revisión anual. Nos alegra contar que su dolor está prácticamente en remisión. Hace una vida normal, camina sin limitaciones y ha podido evitar la prótesis que tanto temía.
Su historia es un ejemplo de cómo la medicina regenerativa puede ofrecer nuevas alternativas a los pacientes que buscan mejorar su salud articular sin recurrir directamente a una cirugía mayor.
¿Te encuentras en una situación similar?
Si estás experimentando dolor articular o te han recomendado una prótesis, te invito a contactarnos para evaluar tu caso.