Descripción
La osteocondritis disecante de rodilla se caracteriza por el desprendimiento de algún trozo de cartílago junto a la parte superficial del hueso a la que se adhiere debido a algún traumatismo o algún problema de maduración y vascularización del hueso.
La sintomatología se caracteriza esencialmente por la aparición de un dolor difuso en la rodilla cuando se realiza algún tipo de deporte. A medida que avanza la enfermedad el dolor se intensifica y se localiza en el lateral externo o interno de la articulación. También puede llegar a producirse un derrame de líquido intraarticular, lo que implicaría una clara inflamación de la rodilla. Si los fragmentos desprendidos se mantienen en las proximidades del lugar del que proceden, el dolor será leve; pero su desplazamiento a otras zonas de la articulación puede llegar a ocasionar el bloqueo de la misma y un dolor intenso.
¿En qué consiste el tratamiento sin cirugía?
En fases iniciales la osteocondritis se puede controlar con tratamiento de descarga de 4-12 semanas, asociado a infiltraciones intraóseas (dentro del hueso) e intraarticulares ( dentro de la articulación) con plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento, así como de un programa de rehabilitación y readaptación específico y personalizado.
El tratamiento con plasma rico en plaquetas intraóseo es un tratamiento muy novedoso, que se realiza de manera ambulante y se coloca de manera exacta en el lugar de la lesión ayudado mediante un ecógrafo o aparato de rayos X. Con este tratamiento se estimula la regeneración de los tejidos desde el interior.
En ocasiones los cuadros dolorosos prolongados en el tiempo y lesiones importantes con lesiones muy grandes y/o desplazamiento o que no han respondido al tratamiento conservador se requiere de tratamiento quirúrgico mediante una artroscopia de rodilla.
¿En qué consiste la cirugía?
La artroscopia de rodilla consiste en la visualización de la articulación de la rodilla a través de 2 mini-incisiones de aprox 0,5 -1 cm por las cuales se introduce una cámara y sofisticados mini-aparatos para la reparación de los tejidos dañados.
Hoy en día la mayoría de patologías de la rodilla pueden ser tratadas por esta técnica permitiendo una recuperación más rápida debido a la mínima lesión de los tejidos. El tiempo medio aproximado de la intervención suele ser 60-90 minutos.
Todas mis intervenciones quirúrgicas son combinadas con la terapia regenerativa biológica de plasma rico en plaquetas de última generación para estimular la regeneración de los tejidos y producir una cicatrización más rápida y natural, que llevará a una recuperación más corta y prolongada en el tiempo.
El procedimiento se suele realizar con anestesia local o regional en régimen ambulatorio hospitalario sin ingreso.
¿Cómo es la recuperación tras la cirugía?
Tras el tratamiento quirúrgico de la osteocondritis se suele dejar sin apoyar durante 3-4 semanas y se coloca una rodillera articulada con el objetivo de proteger la reparación y dar tiempo a que regeneren los tejidos. En la mayoría de ocasiones se aconseja una terapia regenerativa celular coadyuvante con factores de crecimiento o células madre para acelerar la curación y aumentar el porcentaje de éxito de la cirugía.
Tras una artroscopia de rodilla siempre se aconseja la realización de un programa de rehabilitación avanzada y fisioterapia personalizada para una recuperación óptima. Los tiempos de esta recuperación suelen oscilar entre las 8-12 semanas de media.
¿Qué complicaciones tiene ?
Las complicaciones con una artroscopia de rodilla son mucho menores y poco habituales que con una cirugía abierta y los tiempos de recuperación también mejoran. Es por ello que siempre aconsejamos primero esta técnica quirúrgica.
Para más información ver apartado de medicina regenerativa
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