Descripción
La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión frecuente en las actividad deportiva y recreacional. Las rodillas con un LCA roto están condenadas a lesiones meniscales a sufrir artrosis degenerativa de manera precoz. Más de un 80% de los pacientes con un ligamento cruzado roto y no operado a los 15 años presentan signos degenerativos desarrollándose lesiones meniscales y cartilaginosas.
Prácticamente dos tercios de las lesiones del LCA tienen un origen deportivo afectando, por lo tanto, a una población joven y activa. Las mujeres que practican actividades deportivas tienen, entre 2 y 8 veces, más roturas de LCA que los hombres que practican los mismos deportes.
Tras una torcedura de rodilla se produce dolor e inflamación. Una punción de la rodilla con hemartrosis ( sangre en la articulación) supone, en el 80% de los casos, una rotura del LCA.
El diagnóstico se realiza mediante la exploración clínica y pruebas radiológicas complementarias, principalmente la resonancia magnética.
El ligamento cruzado anterior es incapaz de repararse solo ya que tiene un aporte vascular externo, por lo que el único tratamiento para una rotura completa de ligamento cruzado anterior es la cirugía artroscópica. Esta técnica está indicada cuando haya una inestabilidad clínica y siguiendo el criterio del médico.
La cirugía de la rotura de ligamento cruzado anterior (LCA) suele realizarse entre 3 y 4 semanas después de la lesión para que la rodilla recupere su movilidad. De esta manera se evitan complicaciones posteriores.
¿En qué consiste la cirugía?
Esta cirugía consiste en una artroscopia de rodilla y una mini-incisión para la extracción del injerto que hará de nuevo ligamento cruzado.
En la actualidad estoy usando injerto de cadáver o aloinjerto para la reconstrucción del ligamento cruzado anterior con excelentes resultados. Ya que nos evitamos extraer los tendones del paciente y evitamos debilitar más la rodilla, acortamos el tiempo de la cirugía y realizamos menores incisiones.
Yo uso una técnica artroscópica con una reconstrucción anatómica del ligamento cruzado con un túnel femoral horizontalizado que se ha demostrado es más eficaz para dar una mayor estabilidad rotacional que la técnica monotunel clásica. Con esta técnica estoy teniendo alrededor de un 100% de éxito y nulas reroturas.
Todas mis intervenciones quirúrgicas son combinadas con la terapia regenerativa biológica de plasma rico en plaquetas de última generación para estimular la regeneración de los tejidos y producir una cicatrización más rápida y natural, que llevará a una recuperación más corta y prolongada en el tiempo. Dependiendo de la lesión se realiza un tratamiento biológico específico.
La reconstrucción anatómica del LCA dura entre 60 y 90 minutos, dependiendo de si hay otras lesiones concomitantes en los meniscos u otros ligamentos.
El procedimiento se suele realizar con anestesia raquídea (de cintura para abajo) y el paciente debe permanecer una única noche de ingreso hospitalario para control de las constantes vitales, del dolor y posible sangrado. Dándosele de alta al día siguiente de la intervención.
¿Cómo es la recuperación tras la cirugía?
Tras la cirugía, se coloca una rodillera articulada con el objetivo de proteger el ligamento durante la rehabilitación.
Tras una reconstrucción de LCA siempre se aconseja la realización de un programa de rehabilitación avanzada y fisioterapia personalizada para una recuperación óptima.
Hay diferentes métodos postoperatorios, pero en general, todos incluyen ganar grados de movilidad de manera progresiva. En mi protocolo de actuación yo realizo las dos primeras semanas de descarga con muletas y ganancia de movilidad de la siguiente manera.
- Primera semana: 60 grados.
- Segunda semana: 60 grados e inicio de apoyo e inicio de rehabilitación.
- Tercera semana: 90 grados e ir retirando 1 muleta.
- Cuarta semana: el paciente puede estar caminando sin muletas.
- Sexta semana : Se retira órtesis o rodillera articulada postquirúrgica
- Octava semana : Se autoriza ejercicios suaves.
Gracias a la nueva tecnología aplicada en la cirugía de la rotura de LCA, hoy en día los deportistas que sufren esta lesión pueden retomar su actividad profesional en un plazo máximo de 6 meses.
¿Qué complicaciones tiene ?
Al ser una cirugía donde se toca hueso y se hace descarga, el paciente tiene que pincharse heparina para reducir el riesgo de trombos. Del mismo modo tiene que tomar un ciclo antibiótico durante 5-7 días para reducir el riesgo de sobreinfección quirúrgica.
En pacientes en los que uso aloinjerto o injerto de cadáver el riesgo de rechazo es mínimo (1 entre un millón) y no tienen que tomar ningún tipo de medicación especial. También al usar el aloinjerto evitamos complicaciones de la zona donante como sangrados, sección nerviosa o dolor postquirúrgico.
Con la reconstrucción anatómica se consigue dar más estabilidad rotacional a la rodilla, haciéndola más estable y funcional. Además, evita complicaciones como el pinzamiento anterior (síndrome del cíclope), la rotura precoz y la elongación del nuevo ligamento.
Las complicaciones con una artroscopia de rodilla son mucho menores y poco habituales que con una cirugía abierta y los tiempos de recuperación también mejoran. Es por ello que siempre aconsejamos primero esta técnica quirúrgica.
Para más información ver apartado de medicina regenerativa
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