La artrosis no es una enfermedad hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que tienen una historia familiar. Es importante conocer esto y conocer también que factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la postura influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos está al alcance del propio paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como para favorecer al tratamiento.
El abordaje clásico de la artrosis de rodilla es intentar cambiar estos factores externos y en el caso de que fracase se ofrece la posibilidad de una cirugía de recambio articular con la colocación de una prótesis articular de rodilla.
Desde hace varios años vengo ofreciendo a mis pacientes una alternativa más biológica para el tratamiento del dolor e incapacidad que produce la artrosis de rodilla. Este moderno tratamiento consiste en introducir células mesenquimales adultas obtenidas de la grasa del propio paciente junto con plasma rico en factores de crecimiento obtenido de la sangre del propio paciente.
Esto provoca una respuesta inflamatoria natural dentro de la articulación activando todos los procesos biológicos intrínsecos de proliferación y regeneración celular. Los pacientes notan efectos beneficiosos a partir del 2-3 meses y el 90% refieren en una mejoría clara del dolor y la movilidad de la rodilla en los primeros 6 meses del tratamiento, con un mantenimiento de esta mejoría de hasta 5 años.
Las ventajas de estos tratamientos son claras ya que ralentiza y frena el avance de la enfermedad artrósica de base. En muchas ocasiones pacientes que estaban en lista de espera para la realización de una prótesis, han visto como evitaban esta agresiva cirugía protésica y alargaban la vida útil de su rodilla con este tratamiento biológico.
La posibilidad de rechazo es nula ya es estos tratamientos se obtienen de la sangre y grasa del propio paciente.
Hoy te presento el caso de Juan Carlos que acudió a mí consulta por una condropatía rotuliana grado 4 y rotura meniscal de su rodilla izquierda que le causaba dolor y limitación de movilidad, así como la practica deportiva.
Le realicé un tratamiento con células madres asociado a una artroscopia de rodilla por una lesión meniscal asociada. Gracias al aporte de medicina regenerativa celular la lesión meniscal esta cicatrizando de la manera mas biológica posible así como el cartílago articular de su rodilla.
En el control en consulta a las 6 semanas, puedes apreciar cómo ha mejorado su dolor incluso en reposo y para caminar.
La inflamación de la rodilla es habitual debido al proceso biológico de proliferación celular y suele estar presente en los primeros 2-3 meses. Esta leve inflamación únicamente se trata con hielo local y ejercicios de isometría y/o bajo impacto de rodilla.