1. ¿Por qué se conectan intestino y articulaciones?
Tu intestino alberga miles de millones de bacterias que regulan tu sistema inmune. Cuando hay un desequilibrio en esta microbiota (disbiosis), se produce inflamación que puede alcanzar las articulaciones y provocar dolor.
2. Dieta pobre = inflamación articular
• Ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas favorecen la inflamación.
• Una baja ingesta de fibra impide el crecimiento de bacterias beneficiosas.
• El intestino “inflamado” puede contribuir al dolor articular crónico.
3. Cómo cortar el círculo inflamatorio
Dieta antiinflamatoria:
- Verduras, frutas, legumbres, pescado azul, aceite de oliva.
- Evitar procesados, azúcares y carnes rojas en exceso.
Prebióticos:
- Avena, plátano verde, alcachofa, espárragos.
Probióticos:
- Yogur, kéfir, chucrut, kimchi o suplementos con Lactobacillus y Bifidobacterium.
Suplementos útiles:
- Colágeno con vitamina C, cúrcuma (curcumina), omega 3.
Otros factores protectores:
- Ejercicio moderado, buen descanso y manejo del estrés.
4. ¿Y el trasplante de microbiota?
El trasplante de microbiota fecal (FMT) está en estudio como posible tratamiento para enfermedades inflamatorias, incluida la artritis. Aunque prometedor, aún es experimental.
5. Reflexión final
La salud intestinal y articular están íntimamente conectadas. Mejorar tu alimentación, cuidar tu microbiota y reducir la inflamación es una estrategia clave para prevenir y aliviar el dolor articular. ¡Empieza con pequeños cambios hoy!