En los últimos años, la traumatología ha experimentado un gran avance: la cirugía mínimamente invasiva. Esta técnica, que aplicamos en rodilla, cadera, hombro y otras articulaciones, permite tratar lesiones complejas reduciendo al máximo la agresión quirúrgica sobre los tejidos.
¿En qué consiste?
La cirugía mínimamente invasiva utiliza:
– Incisiones muy pequeñas (a menudo de apenas 1 cm).
– Instrumental específico y cámaras de alta definición que permiten trabajar dentro de la articulación con gran precisión.
– Menor daño en músculos, ligamentos y tejidos blandos en comparación con la cirugía convencional.
En la práctica, esto se traduce en una recuperación más rápida y segura para el paciente.
Principales ventajas
1. Menor dolor postoperatorio al preservarse mejor los tejidos.
2. Recuperación más rápida: el paciente puede reincorporarse antes a su vida diaria y laboral.
3. Menos complicaciones (sangrado, infecciones o rigidez articular).
4. Cicatrices mínimas, con un mejor resultado estético.
5. Alta precisión quirúrgica, gracias a la visión directa y a los sistemas avanzados de navegación.
¿En qué casos está indicada?
– Lesiones de menisco y ligamentos en rodilla.
– Lesiones de cartílago articular, que pueden tratarse con técnicas regenerativas combinadas.
– Patología de hombro (como rotura del manguito de los rotadores o inestabilidad).
– Artrosis incipiente, en la que buscamos preservar la articulación y evitar o retrasar la prótesis.
Tecnología que potencia la precisión
Durante la cirugía mínimamente invasiva podemos apoyarnos en técnicas de imagen en tiempo real, como:
– Ecografía intraoperatoria y tratamientos ecoguiados: permiten llegar de forma exacta al punto de la lesión, optimizando la eficacia del tratamiento.
– Radiodiagnóstico intraoperatorio (fluoroscopia o radioscopia): aporta una visión complementaria para confirmar la colocación correcta de instrumental, implantes o lalocalización de la lesión.
Gracias a estas herramientas, conseguimos una cirugía más segura, precisa y personalizada, reduciendo aún más el riesgo de error y mejorando los resultados clínicos.
Cirugía mínimamente invasiva y medicina regenerativa
En muchos casos, combinamos esta cirugía con tratamientos biológicos (plasma rico en plaquetas, células madre, infiltraciones intraóseas). Esto potencia la regeneración del cartílago y mejora los resultados a largo plazo.
Conclusión
La cirugía mínimamente invasiva no solo reduce el dolor y acelera la recuperación, sino que también nos permite aplicar terapias regenerativas avanzadas para preservar la articulación y evitar cirugías mayores en el futuro. En mi práctica diaria en Blue HealthCare Madrid, esta técnica es una de las más utilizadas para pacientes que buscan una solución eficaz, menos agresiva y con un retorno más rápido a su vida activa.
Si tienes dolor articular y quieres valorar si eres candidato a una cirugía mínimamente invasiva o a un tratamiento regenerativo, puedes pedirme cita en mi consulta en Blue HealthCare Madrid. Estaré encantado de ayudarte