–Aplique calor en las articulaciones artrósicas diez minutos con manta eléctrica a temperatura suave tres o cuatro veces al día.
–Cuando la articulación esté inflamada y/o caliente mejor aplique frío como máximo diez minutos, tres o cuatro veces al día, para bajar la inflamación. Nunca opte por calor, pues aumentaría dicha inflamación.
–Realice ejercicio moderado como nadar, caminar o montar en bicicleta en terreno llano. Resulta fundamental potenciar la musculatura.
–Si el dolor es muy intenso es conveniente guardar reposo y realizar estiramientos suaves.
–Evite el sobrepeso, principalmente para las articulaciones de cadera, rodilla y tobillos.
–Mantenga una dieta equilibrada y variada. Preferiblemente baja en carbohidratos y rica en proteínas.
–Si hay rigidez y dolor al levantarse, es conveniente realizar una ducha de agua caliente y algún estiramiento o masaje local suave donde haya dolor.
–Use zapatos cómodos, preferiblemente cerrados, amortiguados y con poco tacón.
–Cubra las zonas articulares más vulnerables con ropa caliente durante la actividad física en exteriores para evitar que los músculos se enfríen.
–Intente no estar de pie en una misma posición y dar saltos repetidos o posturas dañinas.
–Evite cargar peso excesivo.
–Mejore el estado de ánimo. Mantener la mente ocupada produce bienestar.
–Recuerde que el dolor por bajas temperaturas es temporal y el cuerpo se adapta.