Tras muchos pacientes que a diario vienen a mí consulta creyendo que el plasma rico en factores de crecimiento o prp es una terapia experimental, de raro uso y dudosa eficacia, me gustaría decirte que en el 2013 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios publicó una resolución por la que se establecía la clasificación del uso terapéutico no sustitutivo del plasma autólogo y sus fracciones, componentes o derivados, como medicamento de uso humano para atender determinadas patologías. Por lo que se considera desde entonces un medicamento biológico seguro y eficaz para determinadas lesiones y patologías.
El plasma rico en factores de crecimiento plaquetario o PRP es un suero concentrado a base de los Factores de Crecimiento que se encuentran en el interior de nuestras plaquetas. Estos factores son proteínas con capacidad de estimular la diferenciación celular y promover la curación natural de un tejido dañado como es el musculoarticular. Este tratamiento biológico está indicado para tratar lesiones de tendones, ligamentos y cartílago infiltrándolo con la ayuda de un ecógrafo de la potencia en el sitio exacto de la lesión.
Dentro de las plaquetas existen de manera natural hasta 10 tipos de factores de crecimiento que son liberados al torrente sanguíneo y actúan en las zonas donde son requeridas. La reparación incluye la creación y reparación de vasos y tejido extracelular mediante la activación directa de las células encargadas de mantener el tejido, tenocitos (en el tendón), condrocitos (en el cartílago), miocitos (en el músculo)
Existen ciertas partes del aparato musculoarticular donde los mecanismos de reparación naturales tienen una mayor tendencia a fallar, como es el cartílago y tendones de carga o de alta fricción. Es en estas lesiones es donde la infiltración de PRP puede ser más útil para reactivar la curación, acortar tiempos y disminuir el dolor. El aportar esta alta concentración de factores de crecimiento en un lugar específico, estimula una reacción en cadena de regeneración por mecanismos intrínsecos y extrínsecos.
Los PRPs se obtienen de la sangre periférica mediante la extracción de un simple análisis de sangre. Y no hace falta ni estar en ayunas para su extracción. Tras esto, los botes obtenidos se introducen en una centrifugadora para la separación de los mismos. Después de centrifugar la sangre durante 8-10 minutos, esta se separa, creando unas bandas que contienen sus distintos tipos celulares. Las plaquetas van a quedar sumergidas en el plasma justo al lado de una fina línea que contiene a las células blancas, y que separa los glóbulos rojos (fracción roja) del plasma (en amarillo). Ese plasma que obtenemos, es el plasma enriquecido en plaquetas (PRP) que contiene una concentración de plaquetas mucho superior a la sangre. Esta fracción de alta concentración de plaquetas, es lo que se conoce como PRP.
Todo este proceso se lleva a cabo mediante sistema cerrado. Esto significa que en ningún momento la sangre entra en contacto con el aire externo, por lo que así garantizamos que no produzca contaminación ambiental ni de microorganismos externos.
El último paso antes de la infiltración consiste en la activación del PRP, consiste en introducir en el plasma un factor que acciona la coagulación del mismo. Para ello se pueden utilizar distintos productos, siendo el más habitual sales de calcio, la cual provoca una liberación de los factores de crecimiento en los gránulos alfa y una agregación plaquetaria que aumenta la viscosidad del plasma para permanecer en el tendón o lesión de cartílago que tratamos.
La infiltración se hace de manera ambulante (sin ingreso) y siempre la realizo con un ecógrafo de alta potencia y definición para introducir el PRP en la zona específica a tratar. En la mayoría de ocasiones uso un poco de anestésico local a nivel superficial para evitar molestias con la introducción y manipulación de la aguja. Todo el proceso desde la extracción de sangres hasta que infiltración dura en total en torno a 30-45 minutos.
Las principales patologías en las que está indicado este tratamiento biológico con PRP es para artrosis de rodilla, condromalacia rotuliana, tendinitis de tendón Aquiles, tendón Rotuliano y tendones supraespinoso y manguito rotador, codo de tenista y golfista, trocanteritis.
Hoy te presento a Carmen, una paciente que sufrió una fractura de rótula tras una aparatosa caída, la cual tuvo que ser intervenida. Transcurrido unas semanas y tras la curación de la fractura, Carmen notaba que algo no iba bien pues tenía unos dolores terribles que le hacían imposible realizar una vida normal. Era incapaz de flexionar la rodilla más de 90 grados y el dolor al subir y bajar escaleras era muy incapacitante. Carmen entró en un cuadro depresivo al verse tan impedida.
El cirujano que le intervino le dijo que era habitual esos dolores de rodilla tras una intervención de ese tipo, que hiciera reposo y que con el tiempo se le irían pasado esas molestias.
Acudió a mí consulta buscando una solución a su terrible dolor de rodilla. Tras una minuciosa exploración le indique la realización de la extracción del material de fijación de la fractura que le estaba rozando y dañando el cartílago sano de su rodilla, haciéndole una condromalacia rotuliana, por lo que además también le propuse la realización de una infiltración de concentrado de plasma rico en factores de crecimiento plaquetario o prp en el mismo acto quirúrgico.
El resultado las 6 semanas es impresionante. Tiene una movilidad completa, no tiene dolores y hace ya deporte de manera habitual. Carmen ha vuelto recuperar su vitalidad y optimismo. Dice que mi cirugía le cambio la vida. Esta feliz y sabe que los dolores de su rodilla son ya cosa del pasado.
Si estás en la misma situación que Carmen o conoces a alguien que esté en esta situación, no lo dudes y pide cita en mí consulta para una valoración personalizada.