Hoy te voy a hablar de cómo una artroscopia de rodilla pues cambiarte la vida tras una rotura de menisco que no te deja realizar vida normal.
Una vez diagnosticada la rotura del menisco y tras el fracaso de las opciones de tratamiento conservadoras, la artroscopia se presenta como la técnica más efectiva para tratar este tipo de lesiones. Esta técnica mínimamente invasiva disminuye mucho las posibles complicaciones en comparación con una cirugía clásica abierta de menisco y permite una recuperación más rápida del paciente.
La artroscopia es un procedimiento en el que se introduce una pequeña cámara dentro de la articulación a través de dos pequeños orificios a ambos lados de la rótula y permite al cirujano visualizar y reparar las estructuras lesionadas de la rodilla a través de estas mínimas incisiones. Cuando me encuentro con una rotura meniscal en quirófano, siempre me planteo la misma pregunta: ¿realizo una meniscectomía parcial o sutura meniscal?
Dependiendo del tipo de rotura que presente el menisco condicionará la técnica quirúrgica que elija. Las dos más habituales son la meniscectomía parcial (extirpación parcial) y la sutura meniscal. Siempre que sea posible es preferible suturar la rotura porque permite conservar el menisco íntegro y ofrece mejores resultados a largo plazo.
Para decantarme por una técnica u otra, también existe un condicionante fisiológico. El menisco es una estructura que no tiene vasos sanguíneos por lo que solo se pueden suturar aquellos meniscos que se rompen en la zona más periférica del menisco, donde sí que hay un cierto aporte sanguíneo. Por ello solo una pequeña parte de las roturas de menisco son susceptibles de repararse mediante una sutura meniscal, en el resto de casos hay que extraer la parte rota y sellar la rotura.
También en todas mis artroscopias ofrezco a mis pacientes la posibilidad de aplicar plasma rico en factores de crecimiento para regenerar la zona de la rotura y que la cicatriz del menisco sea lo más biológica posible. Este se obtiene de la propia sangre del paciente durante la cirugía. Es un gesto sencillo pero muy eficaz pues además de mejorar la biología meniscal, es antiinflamatorio y promueve la regeneración de los tejidos dañados, haciendo que la recuperación sea más rápida y duradera.
Para ambos procedimientos se aplica anestesia local o general y el paciente puede ser dado de alta a su domicilio en el plazo de un par de horas, pudiendo en la mayoría de casos apoyar y mover la rodilla operada. Tras la meniscectomía parcial el paciente puede apoyar el pie desde el primer día, aunque se recomienda al menos una semana de reposo relativo y rehabilitación posterior. Al cabo de un mes y medio o dos meses realizará vida normal, incluyendo la práctica deportiva.
En cambio, después de la sutura meniscal el tiempo de recuperación se alarga. El paciente deberá permanecer tres semanas sin apoyar la pierna. Pasado ese tiempo se inicia el apoyo y la rehabilitación, que puede prolongarse durante varios meses.
Hoy os presento a Raquel que le realizamos una artroscopia de rodilla hace 5 días con aporte de plasma rico en plaquetas. Camina sin muletas y sin cojera tras únicamente 5 días. No ha necesitado tomar analgésicos en el postoperatorio y está feliz y satisfecha de haber podido solucionar su problema de dolor de rodilla que había venido arrastrando desde hacía 1 año y medio.
Si quieres más información sobre el tratamiento de rotura menisco, pide cita en mi consulta y valorare tu caso de manera personal.