En los últimos años, los tratamientos regenerativos están cambiando por completo la forma en la que abordamos la artrosis. Ya no se trata solo de aliviar el dolor, sino de activar los procesos naturales de reparación del propio cuerpo.
Hoy quiero compartir el caso de Juana, una paciente con artrosis severa de manos que acudió a consulta con dolor crónico, rigidez matutina y pérdida de fuerza que le impedía realizar tareas cotidianas tan simples como abrir una botella, escribir o abrocharse una camisa.
Juana había consultado previamente en otros centros, donde le habían propuesto incluso implantar una prótesis en una de las articulaciones de los dedos. Sin embargo, ella no quería someterse a una cirugía protésica, pues conocía a personas con resultados poco satisfactorios y deseaba agotar todas las opciones conservadoras antes de pensar en una intervención.
Hasta ese momento, la medicina tradicional solo le había ofrecido tratamientos paliativos, como baños de parafina o infiltraciones de corticoides, que pueden aliviar el dolor de forma temporal, pero conllevan efectos adversos importantes y, en muchos casos, aceleran el deterioro del cartílago cuando se repiten en el tiempo.
El procedimiento se realizó de forma ambulatoria, con una duración aproximada de una hora, sin necesidad de anestesia general ni hospitalización.
El postratamiento cursó con mínimas molestias. Juana únicamente precisó algún analgésico suave tipo paracetamol durante los primeros días. Es importante señalar que no deben tomarse antiinflamatorios (AINEs) durante las tres semanas posteriores al tratamiento, ya que podrían interferir con el proceso biológico de regeneración que desencadenan los monocitos.
Apenas cuatro días después del tratamiento, Juana no puede estar más contenta: nota sus manos menos inflamadas, con más movilidad y menos dolor, recuperando poco a poco tareas que hacía meses no podía realizar.
Este caso ilustra perfectamente el enorme potencial de las terapias celulares personalizadas en el manejo de la artrosis, incluso en fases avanzadas. En lugar de bloquear los síntomas, estimulan los mecanismos naturales de reparación del propio cuerpo, retrasando o evitando la necesidad de una cirugía.
CONCLUSIÓN
La medicina regenerativa articular representa un cambio de paradigma en el tratamiento de la artrosis: busca preservar antes que recambiar, evitando los efectos secundarios de los tratamientos tradicionales y ofreciendo resultados reales desde la biología del propio paciente.
Si padeces artrosis de manos o de cualquier otra articulación, y te gustaría conocer si eres candidato a tratamientos regenerativos como el concentrado de monocitos, puedo valorar tu caso de forma personalizada.
Solicita tu cita en www.doctorfelixlopez.com o en la Unidad de Medicina Regenerativa Articular de BlueHealthCare.
Descubre cómo la medicina regenerativa puede ayudarte a recuperar movilidad y calidad de vida sin pasar por una prótesis.