Durante esta época del año todos salimos más y nos movemos más. Habitualmente realizamos actividades al aire libre y en el agua. Para disfrutar al máximo debemos cuidar nuestras articulaciones para que nos permitan realizar todas las actividades a las que las sometemos.
Hoy te contaré cinco consejos para para mantener tus articulaciones en perfecto estado durante el verano.
- 1. Mantente hidratado.
Mantener una correcta hidratación es esencial para cuidar tus articulaciones durante el verano. La deshidratación puede afectar a tus articulaciones, ya que el líquido articular, que actúa como un lubricante natural, puede reducirse en condiciones de deshidratación y esto aumentar el riesgo de estrés articular y lesión articular.
Una buena práctica es llevar siempre una botella de agua contigo y beber regularmente, incluso si no sientes sed. Asegúrate de consumir líquidos antes, durante y después de la actividad física, para reponer los fluidos perdidos. También puedes optar por otras opciones saludables, como infusiones de hierbas sin azúcar o agua de coco, que ayudan a reponer los electrolitos perdidos.
- 2. Realiza ejercicio de manera habitual.
Seguir una rutina de ejercicios de manera habitual es fundamental para mantener tus articulaciones sanas durante el verano. Con esto fortaleces los músculos que rodean las articulaciones y conseguirás que no se sobrecarguen tanto y no se lesionen con tanta frecuencia.
Es importante elegir actividades físicas que sean adecuadas para tus articulaciones y edad, así como a tu estilo de vida previo y nivel de actividad previo.
Las actividades de bajo impacto como es andar y nadar, son ideales para fortalecer los músculos sin sobrecargar las articulaciones. El entrenamiento con pesas también es muy beneficioso para mantener las articulaciones saludables. Sin embargo, es importante que realices técnicas adecuadas y trabajes con cargas que sean seguras y apropiadas a tu nivel de condición física.
Realizar estiramientos regularmente te ayudara a mejorar la amplitud de movimiento y reduce la rigidez. Recuerda calentar adecuadamente antes de cualquier actividad física y hacerlo de manera gradual. Comienza con un ritmo suave y aumenta la intensidad de forma progresiva. Esto permitirá que tus músculos y articulaciones se preparen adecuadamente para el ejercicio, reduciendo el riesgo de lesiones.
- 3. Manténte en un peso saludable
El exceso de peso aumenta la fuerza sobre las articulaciones del tren inferior y puede producir sobrecarga y a la larga artrosis. A parte el calor estival puede agravar la sensación de hinchazón local y molestias por sobrecarga articular y muscular.
Prioriza una dieta rica en verduras, frutas y proteínas magras y huye de alimentos procesados y harinas refinadas. Caminar es una excelente opción para mantenerse activo y realizar ejercicio de bajo impacto.
Si necesitas perder peso, establece metas realistas y busca consejo de un profesional.
- 4. Usa un calzado adecuado
El uso de calzado inadecuado puede ayudar a la aparición de lesiones, aumentar la sobrecarga en las articulaciones y provocar dolor o molestias. El calzado ideal tiene que tener un buen soporte y amortiguación.
Prioriza zapatos que se ajusten correctamente a tus pies y que tengan una suela flexible pero excesivamente rígida. Además, elige calzado que se adapte a la actividad que vas a realizar.
El uso de zapato plano o chanclas durante largos períodos de tiempo está desaconsejado porque no te proporcionara estabilidad y podría producirte un mayor riesgo de lesiones. Si planeas realizar actividades acuáticas, como nadar o practicar deportes acuáticos, opta por zapatos especiales para agua o sandalias que se ajusten de manera segura a tus pies y eviten resbalones.
Además de elegir el calzado adecuado, asegúrate de reemplazar tu calzado cuando estén desgastados.
- 5. Realiza un buen descanso
El descanso y la recuperación son aspectos fundamentales para mantener nuestras articulaciones sanas. Tras la realización de actividades físicas intensas o prolongadas, es importante permitir que nuestras articulaciones se recuperen y se reparen.
El descanso adecuado incluye la planificación de días de descanso en tu rutina de ejercicio, especialmente si estás realizando actividades de alto impacto.
Da tiempo a tus articulaciones para que se relajen y se reparen. Esto reducirá y ayudará a prevenir lesiones y reducir el riesgo de sobrecarga. Y por supuesto, presta atención a las señales que te envía tu cuerpo. Si sientes dolor o molestias en las articulaciones, tómate un tiempo para descansar y permitir que se recuperen.
Durante el período de descanso, también puedes aplicar terapia de frío o calor en las articulaciones, según sea necesario. El frío ayuda a reducir la inflamación y el dolor, mientras que el calor ayuda a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea.
Si experimentas molestias persistentes en tus articulaciones durante el verano, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud que podrá evaluar tus síntomas, realizar un diagnóstico preciso y ofrecerte un tratamiento adecuado.
No ignores el dolor o las molestias persistentes, ya que podrían ser señales de un problema subyacente que requiere atención médica. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir complicaciones y limitaciones futuras.