Hoy te presento el caso de Antonio, un paciente que acudió a mi consulta con un dolor importante en la rodilla tras un giro brusco. El dolor le fue aumentando hasta tal punto que no podía apenas caminar, la rodilla se le bloqueaba y tenía fuertes dolores.
Acudió a mi consulta buscando una solución a su problema. Se encontraba muy desmoralizado y triste, ya que se acababa de jubilar y no podía hacer todas las actividades que tenía planeadas. Tras una exploración y una resonancia magnética de su rodilla izquierda se confirmó una rotura de menisco interno.
Le propuse realizar una artroscopia de rodilla y aportar plasma rico en factores de crecimiento para la mejoría de la recuperación y la cicatrización más biológica de su menisco. La artroscopia es una técnica mínimamente invasiva, se realiza en quirófano y el paciente en un par de horas se puede ir de alta a su domicilio. Se sale del quirófano apoyando con ayuda de dos muletas y se deben realizar ejercicios de movilización de rodilla y potenciación de cuádriceps desde el mismo día de la operación.
Muchos pacientes me vienen muy asustados a la consulta por este tipo de intervención, pero es una cirugía relativamente estandarizada y en manos expertas y con los aparatos más avanzados el resultado suele ser satisfactorio.
En el caso concreto de Antonio, en la primera revisión a los 5 días, puedes ver la movilidad tan completa que tiene. Apenas tiene dolor y hasta su estado de ánimo ha cambiado. En palabras textuales, está alucinando con el resultado.
No puedo estar más orgulloso de sus palabras, aunque suele ser la tónica general de los comentarios de mis pacientes cuando les realizo las revisiones posquirúrgicas.
Según mi criterio la base del éxito de una cirugía consiste en:
Explorar bien al paciente y hacer un diagnóstico preciso al paciente previo a la cirugía.
Indicar bien una determinada operación y planificarla minuciosamente.
Ponerse en manos de un cirujano experto en esa patología.
Utilizar la tecnología más avanzada y contar con un equipo quirúrgico experimentado.
Utilizar productos biológicos asociados (plasma rico en factores de crecimiento o células madre) para mejorar el resultado.
Realizar un buen seguimiento postquirúrgico del paciente.
Tener un buen fisioterapeuta para realizar la reeducación postural y vuelta a la vida social, laboral y deportiva.
Si estás en la misma situación que Antonio o tienes algún familiar o conocido que lo está, no dudes en recomendarles verme en mí consulta y poder valorar su caso de manera concreta e individual.