La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y está ya implantándose en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de muchas patologías. De este modo el paciente puede ser más consciente de su lesión y tener una recuperación más activa y efectiva.
La IA son sistemas y algoritmos informáticos diseñados para procesar gran cantidad de información, reconocer y crear patrones con que tomar decisiones basadas en esos datos. Por ello la IA puede aprender de los datos recibidos, como pueden ser imágenes de radiografías o resonancias o parámetros fisiológicos.
Lo importante de entender es que la IA es un aliado para el cuidado y prevalencia de la tu salud. La IA se convierte en el momento actual en una ayuda que enriquece al médico en su práctica clínica, y le aporta una precisión y predicción personalizada nunca antes vista.
La IA tiene la capacidad de analizar extensas cantidades de datos para desarrollar planes de rehabilitación personalizados, tomando en cuenta las características únicas de cada paciente, garantizando que los tratamientos sean lo más eficaces posibles.
La monitorización con aparatos sin cables, hacen que sepamos en tiempo real como va el progreso de cada paciente y también hace que el propio paciente sepa en qué fase se encuentra y pueda motivarse para alcanzar el máximo posible.
Los avances en tratamientos y rehabilitación gracias a la inteligencia artificial (IA) está modificando la evolución y sanación de los pacientes con lesiones musculoesqueléticas. Por ejemplo, la robótica asistida por IA en el caso de exoesqueletos y robots de rehabilitación en paciente con lesión paralíticas o déficit de movimientos. Estos están diseñados para ayudar en la recuperación física, proporcionando soporte y resistencia adaptados a las necesidades específicas de cada paciente. Al producir una asistencia en tiempo real, los exoesqueletos impulsados por IA ayudan a la realización de movimientos lo más correctos posibles acelerando la recuperación y previniendo la aparición de nuevas lesiones.
También la IA se está usando para la creación de simulaciones y entornos de realidad virtual donde los pacientes ponen en práctica los movimientos y terapias aprendidos en un entorno seguro y controlado.
La capacidad de simular escenarios específicos y ajustarlos según el progreso del paciente amplifica la efectividad del tratamiento, asegurando una mejor recuperación.
Todos estos avances lo que hacen es que liberan al facultativo de esta carga y pueda dedicar más tiempo al trato personalizado y humano con el paciente aumentando el grado de empatía y mejorando la relación médico-paciente.
La IA ha dado una nueva y poderosa arma a los pacientes para ser una parte activa de su propia recuperación, ya que no sólo les asisten sino que también les brinda la oportunidad de conocer sus resultados en tiempo real y así poder adaptar de la manera más precisa y personalizada su recuperación.
En definitiva la aplicación de la inteligencia artificial en la recuperación de lesiones está haciendo que aumente el grado de eficacia de la recuperación y que el paciente se involucre al máximo y mejora la relación médico-paciente.
Por lo que no hay que entender a la Inteligencia artificial como una agresión externa y que ha venido a sustituir al médico, sino algo que ha venido para ayudar al facultativo y al paciente