Las infiltraciones articulares se han convertido en uno de los tratamientos más utilizados para el dolor de rodilla, cadera, hombro o tobillo. Sin embargo, muchos pacientes llegan a consulta diciendo:
“Me infiltraron… y no me hizo nada.”
La pregunta clave no es si las infiltraciones funcionan o no, sino por qué en algunos pacientes sí y en otros no.
El problema no suele ser el tratamiento
En la mayoría de los casos, el fallo no está en la infiltración, sino en alguno de estos puntos:
- Mala indicación
- Tratamiento no personalizado
- Diagnóstico incompleto
- Momento inadecuado de la enfermedad
Una infiltración bien indicada puede ser muy eficaz. Una mal indicada, simplemente no funciona.
No todas las infiltraciones son iguales
Bajo el mismo nombre se agrupan tratamientos muy distintos:
Cada uno actúa de forma diferente y tiene indicaciones muy concretas.
El error frecuente es utilizarlos como si fueran intercambiables.
El origen real del dolor importa (y mucho)
Uno de los puntos más olvidados es que no todo el dolor articular procede del cartílago.
En muchos pacientes, el origen del dolor está en:
- El hueso subcondral
- El edema óseo
- Lesiones intraóseas no tratadas
En estos casos, infiltrar solo la articulación no es suficiente.
El momento de la enfermedad es clave
Las infiltraciones funcionan mejor cuando:
- La artrosis no está en fase terminal
- Aún existe margen biológico de respuesta
- Se combinan con cambios en carga, ejercicio y hábitos
Esperar “a ver si aguanto” reduce mucho las probabilidades de éxito.
El gran error: aplicar el mismo protocolo a todos
Uno de los mayores problemas actuales es la estandarización excesiva:
- Mismo número de infiltraciones
- Misma sustancia
- Mismo protocolo para todos los pacientes
La medicina regenerativa no funciona así. Funciona cuando se adapta al paciente.
¿Cómo saber si una infiltración puede ayudarte?
Antes de indicar un tratamiento, es fundamental:
- Valorar bien las imágenes
- Explorar la articulación
- Analizar el tipo de dolor
- Entender el nivel de actividad y objetivos del paciente
Solo así se puede decidir qué infiltración, cuándo y dónde.
Conclusión
Las infiltraciones sí funcionan, pero:
- No en todos los pacientes
- No de cualquier manera
- No en cualquier momento
La clave no es infiltrar más, sino infiltrar mejor.
Si te han infiltrado y no has notado mejoría, o si estás valorando este tipo de tratamiento y quieres saber si en tu caso puede ser eficaz, es importante una valoración especializada. Más información y solicitud de cita aquí.