Todos los días en mi consulta acuden pacientes de mediana edad refiriendo molestias en las articulaciones de la mano. La mayoría de ellos sufren de artritis degenerativa. Los tres sitios más comunes donde aparece la artrosis en la mano son:
- En la base del pulgar, donde se unen el pulgar y la muñeca.
- En la articulación más cercana a la punta del dedo.
- En la articulación media de un dedo
Todas las formas de artrosis de la mano pueden causar rigidez, inflamación, dolor y deformidad. A veces, la artrosis causa nódulos óseos en la articulación media de los dedos (nódulos de Bouchard) o en la articulación de la punta de los dedos (nódulos de Heberden). La artrosis en la articulación de la base del primer dedo puede causar inflamación, un bulto y un dolor profundo y punzante en la base del pulgar. La debilidad al agarrar y pinzar pueden hacer que sea difícil abrir un frasco o dar vuelta una llave.
Hasta hace poco tiempo únicamente podíamos diagnosticar la artrosis de las articulaciones de las manos en relación con el paso del tiempo y en ocasiones con enfermedades reumáticas asociadas. Para este grupo de pacientes el único tratamiento disponible eran las sesiones de rehabilitación con parafina o el tratamiento con antiinflamatorios y/o corticoides (en infiltraciones o tomados), estos últimos con sus consabidos efectos secundarios. Ambos tratamientos van orientados a la disminución de los síntomas pero no a intentar prevenir o retrasar o frenar la aparición de la temida artrosis de las manos.
Ahora todo ha cambiado: terapia con monocitos
Desde hace ya unos meses venimos implementando un tratamiento muy novedoso y sin efectos secundarios con la propia sangre del paciente.
Se trata de la terapia con monocitos en las articulaciones de los dedos. Se extraen de la propia sangre del paciente. Se realiza de manera ambulatoria y sin ingreso. Se realiza una sola aplicación mediante infiltración local y en efecto es duradero. Con este tratamiento estamos realizando un efecto antiinflamatorio (pero sin los efectos adversos de los medicamentos) y consiguiendo ralentizar y retrasar la degeneración articular, así como estimular a la autoregenaración de los tejidos.
Si sufres de esta dolencia o tienes antecedentes familiares de esta enfermedad degenerativa, aún estás a tiempo para frenar o ralentizar su aparición. Pide cita en nuestra consultas.