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La tendinitis del tendón de Aquiles consiste en una inflamación transitoria del tendón. Si la tendinitis no se trata correctamente, esta puede cronificarse y producirse una degeneración del propio tendón convirtiéndose en una tendinopatía o tendinosis que puede dar lugar a un desgarro o incluso en el peor de los casos, a una rotura del tendón. Actualmente contamos con un tratamiento muy efectivo para esta patología: la medicina regenerativa.
La aplicación terapéutica de plasma rico en factores de crecimiento en cirugía ortopédica y medicina deportiva se ha revelado como uno de los métodos más eficaces contra las lesiones tendinosas, ligamentosas, musculares, meniscales, así como para la recuperación de fracturas e intervenciones quirúrgicas. El tratamiento con factores de crecimiento se aplica, además de para frenar la progresión de la artrosis, para promover la regeneración del cartílago. Por tanto, se aplica en lesiones de hueso, tendón y músculo para reducir su tiempo de recuperación.
El tratamiento se realiza bajo prescripción médica, en un ambiente estéril y sin anestesia. No tiene efectos secundarios ni riesgo de rechazo o intolerancia ya que proviene de la propia sangre del paciente. En el caso de las lesiones tendinosas y musculares la cicatrización es mucho más rápida. Existen dos factores clave a tener en cuenta para el éxito de este tipo de infiltraciones: la extracción y procesado de la muestra sanguínea y la técnica de infiltración.
Primero se extrae sangre al paciente, después se procesa y la porción del plasma rico en factores de crecimiento se infiltra en la zona a tratar. El proceso, que puede durar entre 25 y 40 minutos, se realiza en un ambiente estéril y sin anestesia en la mayoría de los casos. Durante una intervención quirúrgica, la muestra se prepara en forma de malla, para su aplicación directa sobre la lesión. Respecto al número de infiltraciones, en patología articular, que es la más frecuente, se realizan 3 sesiones durante tres semanas consecutivas, con una sesión de recuerdo a los seis meses o un año si la evolución es favorable. Para el resto de patologías el protocolo puede ser distinto, pero no hay un periodo de recuperación tras una infiltración, el paciente puede hacer vida diaria normal. Los factores de crecimiento producen efectos biológicos como la proliferación y la diferenciación celular, la generación de vasos sanguíneos y la migración de las células a los lugares donde es necesario que se produzca la regeneración. Ningún agente exógeno puede mediar de forma efectiva sobre todos estos procesos.
Mediante esta técnica se puede conseguir la desaparición del dolor o su disminución significativa, la detención o atenuación del proceso degenerativo y, en la gran mayoría de los casos puede evitar o retrasar una intervención quirúrgica que generalmente requiere un gran esfuerzo de rehabilitación posterior. Si quieres más información sobre este tratamiento, no dudes en pedir cita en mi consulta.
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