Hoy os presento a Rita. Una paciente que vino muy desanimada y desmoralizada. Sufría de mucha limitación de movilidad y dolor constante en la rodilla izquierda. Tras haberse realizado varios tratamientos en la rodilla, la única esperanza que le habían dado había sido la colocación de una prótesis.
Tras estudiar su caso en concreto, valoré la posibilidad de realización de una tratamiento de células madre asociado a una artroscopia de rodilla para estabilización de sus lesiones articulares.
El cambio de Rita ha sido espectacular. Ha pasado en menos de unas semanas de no caminar apenas a hacerlo con ayuda de muletas. De estar tomando hasta tres pastillas diferentes para los dolores, a apenas tomar una al día. La movilidad de la rodilla va mejorando por días y ha empezado a no pensar constantemente en su rodilla. Y lo mejor de todo es que su ánimo y autoestima se han visto aumentados y ya ve posible un futuro activo junto a sus familiares, nietos y amigos.