El Síndrome Subacromial o Impingement subacromial es la causa más frecuente de dolor en hombro, aproximadamente el 50% de pacientes con dolor de hombro lo padece. Este síndrome se produce al comprimirse los tendones del hombro en el espacio subacromial principalmente el tendón supraespinoso. Las personas que padecen este síndrome sufren de dolor intenso en el hombro que en muchos casos no deja al paciente descansar por la noche. También limita la elevación y rotación del hombro y limita acciones como ponerse una chaqueta, abrocharse el sujetador o coger algo de una estantería situada en alto.
El diagnóstico se realiza tras una especifica exploración física del paciente en consulta y confirmación con pruebas de imagen como ecografía y/o resonancia magnética. Si no se diagnostica y trata a tiempo el síndrome subacromial puede ir evolucionando y degenerar en bursitis, roturas tendinosas o calcificación tendinosa, lo que lo hace más complejo y rebelde al tratamiento conservador. Por eso es de vital importancia diagnosticarlo y tratarlo al inicio de los síntomas para evitar estas complicaciones más graves.
El tratamiento inicial del síndrome subacromial es conservador (sin cirugía). El tratamiento inicial consiste en reposo relativo, hielo y analgésicos asociado a un programa de rehabilitación con reeducación postural y musculación. Con este tratamiento suele mejorar el 80% de los casos, aunque el tiempo medio de mejoría suele ser de 2-3 meses. Por lo que en pacientes con un gran dolor que no quieran o no puedan realizar el tratamiento conservador que puede durar varios meses, se puede optar directamente por un tratamiento con cirugía.
En aquellos casos que no se produce mejoría progresiva o que el dolor es muy incapacitante, podemos ofrecer una infiltración de corticoides subacromiales. Debes saber que, si bien pueden dar un gran alivio del dolor, este alivio en ocasiones es únicamente temporal y su aplicación repetida aumenta el riesgo de que se rompan los tendones. Por eso se debe evaluar detenidamente cada caso y valorar riesgos frente a beneficios.
En casos en los que el dolor no mejoría por encima de seis meses con tratamiento conservador o casos de dolor muy intenso te ofreceremos un tratamiento quirúrgico.
La cirugía del síndrome subacromial se realiza por artroscopia de hombro. Esta cirugía se realiza con anestesia general y se puede realizar de manera ambulatoria, es decir, sin necesidad de que el paciente quede ingresado en el hospital. En mis pacientes suelo asociar también un tratamiento con plasma rico en plaquetas para estimular la regeneración de los tejidos y acortar la recuperación. El plasma rico en plaquetas evita el riesgo de adherencias, estimula la regeneración de los tendones del hombro, reduce la inflamación y dolor postoperatorio y mejora la cicatrización. Este se hace durante la misma operación con una muestra de sangre del propio paciente.
El postoperatorio de la liberación subacromial artroscopia es muy llevadero. Se coloca un cabestrillo de quita y pon para realizar movimientos de codo y hombro, para acelerar la recuperación durante la 1-2 semana. Una vez concluida esta fase y tras retirar los puntos, se inicia un programa de fisioterapia y musculación de manguito que se prolongará entre 1 y 3 meses en función de los casos. La vuelta al trabajo puede ser a partir de los 10 días para trabajo de oficina y a las 4 semanas para los trabajos físicos.
Si el síndrome subacromial estuviera asociado a una rotura tendinosa, en la misma operación podríamos reparar el tendón. La diferencia sería que en el postoperatorio el brazo debe estar inmóvil tres semanas y después iniciar el periodo de rehabilitación. Por eso es muy importante acudir para una valoración médica si se tiene dolor de hombro antes de que se produzca la rotura del tendón.
Hoy te presento a Isabel que venía sufriendo de molestias de hombro derecho desde hace un año. Isabel había probado de todo, fisioterapia, infiltraciones, acupuntura pero nunca mejoraba completamente. Se había acostumbrado a tener un dolor constante en el hombro y fuertes crisis de dolor cada 2-3 meses que trataba con antiinflamatorios y reposo. Su dolor de hombro le estaba afectando gravemente a nivel emocional.
Vino a mi consulta buscando una solución a su problema de hombro de una vez por todas y tras mucho darle vueltas conseguí que tomara la decisión que cambiaría su vida. En el vídeo puedes comprobar que tras dos meses desde su artroscopia de hombro con aporte de plasma rico en plaquetas, eleva el brazo derecho casi igual que el no operado.
Ella misma reconoce que estaba muy limitada por dolor y por la movilidad pues apenas podía mover ese hombro para hacer cosas tan cotidianas como abrocharse el sujetador, ponerse una chaqueta o peinarse. Está muy satisfecha con el resultado de su intervención quirúrgica y está convenida de que ha merecido la pena pasar por el quirófano para dejar atrás su dolor de hombro tan limitante y empezar una vida plena libre de dolores.
Si estás en la misma situación que Isabel o conoces a alguien que esté en esta situación, no lo dudes y pide cita en mí consulta para una valoración personalizada.