Seguimos la evolución de Ana tras 10 días de su cirugía mínimamente invasiva de artroscopia del hombro con aporte de factores de crecimiento extraídos de su propia sangre en el mismo quirófano.
Ana acudió a mí consulta a través de una recomendación de un compañero de su trabajo. Había tenido otras operaciones previamente con penosas recuperaciones y esta vez quería que le operara un experto cirujano.
A la vista está la movilidad del brazo a los 10 días, magníficos resultados que ha tenido su cirugía ya que es casi imposible saber cuál es el que está operado. Ana está muy satisfecha y contenta de haber tomado la decisión de operarse. Atrás ha quedado un año de fuertes dolores y limitaciones de movimientos. A partir de ahora es una persona renovada que no tiene que pensar en su hombro a la hora de moverlo ni depender de antiinflamatorios para sobrellevar el día y la noche.
Como veis, la artroscopia de hombro es una técnica mínimamente invasiva que hace que nuestro cuerpo apenas se entere que ha sido operado y si a esto le añadimos la potencia antiinflamatoria y regenerativa de los factores de crecimiento de la sangre, el resultado es así de maravilloso y espectacular.