Te presento a Margarita que es una paciente jubilada pero independiente y muy activa. Acudió desesperada a mi consulta por un dolor muy importante de su rodilla izquierda que no le dejaba caminar. El dolor era tal que le hacía caminar con una muleta y apenas podía caminar más de 10 minutos.
Los tratamientos clásicos para la artrosis avanzada de rodilla y el edema óseo que se genera con la artrosis, recomiendan la colocación de una prótesis cuando todo el tratamiento con analgésicos y fisioterapia ha fracasado. A Margarita le habían propuesto varios médicos la colocación de una prótesis. Cosa que ella quería evitar a toda costa, pues tenía conocidos que no habían tenido un resultado satisfactorio con este tipo de prótesis.
Tras una evaluación minuciosa exploración física y revisión de sus pruebas radiológicas le propuse un tratamiento con células madres obtenidas de la grasa abdominal mediante lipoaspirado asociado con infiltración intraósea de plasma rico en plaquetas todo a través de una cirugía mínimamente invasiva de artroscopia de rodilla.
Todo el proceso se lo realicé de manera ambulatoria en quirófano con anestesia general. Tras aproximadamente 2-3 horas, Margarita pudo irse a su domicilio por su propio pie, ayudada de dos muletas.
Le permití apoyar desde el primer momento y le animé a iniciar ejercicios de movilización y potenciación articular desde el día siguiente de la intervención. A partir de las 2-3 semanas inició un programa personalizado de fisioterapia readaptativa.
El 90% de pacientes refiere mejoras sustanciales a partir del 2-3 mes, principalmente de disminución del grado de dolor y mejoría de la funcionalidad y movilidad articular.
Como puedes ver en este vídeo control a los 6 meses de Margarita, ella camina sin cojera. Refiere que camina una hora diariamente y realiza bicicleta estática. Cosa que antes era impensable. Está muy contenta con el resultado y está feliz de ver que puede volver a su actividad previa sin haber tenido que someterse a una intervención agresiva protésica. Está tan contenta y quería prevenir que su rodilla contralateral acabase estropeada, por lo que le realicé un tratamiento con ácido hialurónico en la otra rodilla para prevenir que empezase con molestias.
Si estás en la misma situación que Margarita o tienes algún familiar o conocido que lo esté, no dudes en recomendarles que pida consulta para valorar su caso de manera individual.