En mi consulta veo muchos pacientes que acuden diagnosticado de rotura meniscal. En la literatura clásica, el menisco siempre se operaba por lo que en el vox populi ha quedado esa idea y siempre los pacientes vienen muy angustiados, pensando en una cirugía y temiendo que se ha acabado su vida deportiva. Pues hoy te diré que esto no es así por lo que te conviene seguir leyendo.
El menisco es una estructura en forma de media luna que se encuentra en la rodilla, específicamente entre el fémur y la tibia. Tiene la función principal de amortiguar el impacto en la articulación, distribuyendo la carga y proporcionando estabilidad durante el movimiento. De todas las lesiones del menisco, las más frecuentes son los desgarros meniscales y las roturas de menisco. Los desgarros meniscales son lesiones en las que el menisco se rasga, pero no se separa por completo, mientras que las roturas de menisco implican una separación parcial o completa del menisco.
Los síntomas de una rotura de menisco pueden variar según la gravedad de la lesión, pero suelen ser: dolor en la zona y principalmente con los giros, inflamación, rigidez y el más característico es el bloqueo de la rodilla.
Para diagnosticar una rotura de menisco bastaría con la buena exploración física y a menudo se pide una resonancia magnética para confirmar la lesión, aunque en la propia consulta y con ayuda del ecógrafo de alta potencia podemos ver ya la rotura.
No todas las roturas de menisco requieren cirugía. La necesidad de cirugía depende de varios factores: sitio de la rotura, tamaño, tipo de rotura, estado del menisco, edad y actividad del paciente. Por regla general únicamente serán quirúrgicas las roturas que hacen la rodilla que quede bloqueada.
En el resto de casos en los que la rodilla no se bloquea, la rotura meniscal es susceptible de tratamiento sin cirugía, cuando mayor edad se tenga también será la rotura menos quirúrgica. Por lo que no todo es negativo al envejecer.
El tratamiento sin cirugía para el manejo de estas roturas meniscales es la terapia regenerativa articular. Las terapias regenerativas articulares mejoran las condiciones del menisco, consiguiendo una cicatrización parcial del mismo y mejorando las condiciones de inflamación y estabilidad de la rodilla. Este tipo de técnicas se realizan de forma ambulatoria con anestesia local y mediante inyecciones guiadas con ecógrafo para mayor precisión. Las técnicas más utilizadas son:
Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
Biomateriales (Ácido hialurónico y colágeno)
Concentrados de células Mesenquimales
Si te han diagnosticado de rotura meniscal y quieres evitar la cirugía o tienes algún familiar o conocido que está en esta situación, no dudes en pedir cita conmigo para poder valorar el caso de manera personal y poder empezar a cambiar tu vida.